Moción política: No Mas Agroindustrias de Carnes de Cerdos en Producción Intensiva
Contextualización
Este modelo agroindustrial, que se extiende desde Estados Unidos al resto de América, reproduce los patrones de explotación del capitalismo más voraz que afecta y despoja a los territorios indígenas, genera fractura del tejido social y cultural, violentando la vida pacífica de los pueblos, contaminando la naturaleza y potenciando la crueldad y explotación animal.
Las operaciones de las mega fábricas de cerdos violan el derecho a la salud de las personas y de las comunidades, el derecho al agua y al saneamiento, el derecho a la integridad personal, los derechos laborales, el derecho a la alimentación adecuada y el derecho a la información y la participación al dañar el medio ambiente de manera irreparable.
Allí donde se han asentado este tipo de megagranjas, se ha documentado la contaminación del agua y los impactos en la salud de los trabajadores y en la población local, que se refleja en un aumento de las afecciones pulmonares. Además, el modelo es intensivo en capital, pero no en empleo, y termina perjudicando a pequeños y medianos ganaderos.
Estas mega fábricas producen una gran cantidad de desechos tóxicos y orgánicos que contaminan los suelos, el aire y el agua. Cuando los residuos de las mega fábricas de cerdos se descomponen, liberan sulfuro de hidrógeno, amoníaco y cientos de compuestos orgánicos volátiles, además de metano y óxido nitroso, dos potentes gases de efecto invernadero ] a la atmósfera.
Los olores y la pestilencia causan náuseas, dolores de cabeza, mareos, secreción nasal, picor de garganta, ardor en los ojos, tos y dificultad para respirar.] Además, afectan la salud respiratoria de las personas que viven cerca de estas instalaciones y se asocian a enfermedades respiratorias, como el asma en la niñez.
Las mega fábricas de cerdos también usan grandes cantidades de agua: solamente para producir un kilogramo de carne emplean 6 mil litros del líquido. Por otro lado, la contaminación que genera esta industria en el agua puede perjudicar a los seres humanos, a la fauna y al medio ambiente.
Es decir, el almacenamiento y la eliminación de los residuos de las mega fábricas de cerdos contamina las aguas superficiales, subterráneas (pozos y cenotes y otras fuentes de donde las comunidades obtienen agua), e incluso los océanos, con heces y orines.
El exceso de nutrientes en los residuos de las megafábricas se asocia a la proliferación de algas nocivas en las aguas superficiales, en las rías y lagunas donde se reproducen las especies marinas necesarias para la subsistencia de las comunidades pesqueras. Esta contaminación puede matar a los peces y causar molestias en el tracto gastrointestinal e infecciones de la piel, los ojos y los oídos en los seres humanos.] Además, la contaminación del agua puede ocasionar enfermedades como defectos de nacimiento y a casos de metahemoglobinemia, o “síndrome del bebé azul” hipertiroidismo y diabetes insulinodependiente.
Las condiciones de hacinamiento en las que viven los cerdos deprimen su respuesta inmune y facilitan la transmisión de enfermedades. Por ello, los animales son sometidos a una alta cantidad antibióticos y antivirales para prevenir enfermedades y engordarlos rápidamente. Esta exposición constante a altas dosis de antibióticos favorece el desarrollo de genes de resistencia a dicho antibióticos por parte de las bacterias. Además, las condiciones de hacinamiento pueden provocar nuevas infecciones y potenciales pandemias.
Las operaciones de estos recintos industriales también amenazan el derecho a la tierra, el territorio y los bienes comunes naturales de los pueblos indígenas y campesinos. Estas mega fábricas se establecen de forma desproporcionada en comunidades indígenas y afroamericanas, violando su derecho a la libre determinación, sin acceso a la información, sin evaluaciones de impacto ambiental y social, y sin su consentimiento libre, previo, informado y culturalmente adecuado. Lo anterior, representa una forma del colonialismo ambiental. Ante el
abandono del gobierno, y para hacer frente a las violaciones de los derechos humanos provocados por la operación de mega fábricas de cerdos a los pueblos y comunidades, las y los firmantes señalamos firmemente que tenemos el legítimo derecho a organizarnos y defendernos.
Este modelo agroindustrial genera despojo territorial, desplaza otras formas de vida, el patrimonio biocultural y afecta de forma negativa la vida comunitaria. Cuando las comunidades exigen sus derechos se encuentran con la falta de información y de transparencia de la industria, y, en ocasiones, con la represión. Las violaciones a los derechos humanos se dan con la aquiescencia y complicidad de los gobiernos de todos los niveles, en un contexto de captura corporativa de Estado por parte de las empresas de la carne.
La organización de las mega fábricas de cerdos en una economía vertical además desplaza otras formas de producir alimentos, incluso carne. El modelo de las mega fábricas de cerdos requiere una gigantesca cantidad de agua potable, soja, maíz y cereales para alimentación animal. Por ello, profundiza el modelo de agronegocio basado en monocultivo, muchas veces transgénico, con devastadoras consecuencias para los territorios (fumigaciones con agrotóxicos, deforestación, muerte de abejas y polinizadores y acaparamiento de tierras). Un aspecto alarmante es que el modelo de producción de alimentos cada vez se aleja más de la
ganadería y agricultura sostenibles, en los que cada pueblo pueda producir y acceder a alimentos de una manera culturalmente adecuada, conforme a los cultivos y a la alimentación ancestral y la agroecología, lo cual es la base de la soberanía alimentaria.
Posicionamiento
Ante los graves impactos y las violaciones a los derechos humanos de las personas y la naturaleza, exigimos que se frene la alarmante expansión de las mega fábricas de cerdos a nuestros países impulsada por acuerdos comerciales, subsidios e incluso bancos de desarrollo.
America pone las alertas de producción intensiva de carnes de cerdos con la producción inminente de nuevas pandemias, nuevas comunidades en desaparición contaminado las principales fuentes de agua sustento para toda vida , este modelo insostenible y macabro necesita suma urgencia ser frenado y volver a al derecho fundamental vivir en un ambiente sano y limpio y con disponibilidad de agua.
Las propuestas son simples es que se nos respete nuestras formas de vidas y desarrollo, conservando así nuestras comunidades indígenas que sigan perdurando en el tiempo con nuestras cosmovisión, cultura , lenguas , agricultura , comidas e identidad para que el futuro presente siga prosperando en armonía que todo el entorno que nos rodea .
- No otorguen más permisos para este tipo de industria ¡Ni una mega fábrica de cerdos más!
- El cierre inmediato de las mega fábricas de cerdos que se encuentran operando
- No subsidien este modelo agroindustrial e inviertan en una agricultura que garantice la soberanía alimentaria mediante la agroecología, el cultivo y la alimentación ancestral
- Respeten el derecho a la libre determinación, a la tierra y el territorio de las comunidades indígenas y campesinas afectadas por la industria porcícola
- Se respete el principio de precaución y prevención frente a las mega fábricas de cerdos
Compromiso y llamado a la acción
Desarrollaremos acciones sociopolíticas, educativas y de comunicación para
concientizar e impulsar la participación y compromiso activo en los siguientes ejes:
- Disminución del consumos de carnes, por su impacto en el cambio climático.
- Promoveremos la agroecología pues la reconocemos como un elemento de defensa y transformación en territorios campesinos;
- Promoveremos y defenderemos la preservación y defensa del agua limpia sin contaminación y su uso como bien común, dado el impacto que genera la instalación de megagranjas porcinas en los territories.
Recuperaremos y fortaleceremos la cocina como espacio de resistencia y comensalidad, que pone alimentos verdaderos en nuestro plato. En la cocina se construye cultura y salud, y se manifiesta justicia y equidad con la naturaleza.
Promoveremos campañas educativas desde los mercados de la tierra, escuelas, espacios academicos donde se visibilce la problemática y se logré impeder el levantamiento de este tipo de megafrabricas de impacto Ambiental.